martes, 30 de abril de 2013

Qué es texto

Muchas veces se escucha usar la palabra
texto con diferentes significados o aplicaciones. En la vida escolar, a veces se dice texto como sinónimo de manual o libro científico; también, el término suele ser sinónimo de publicación escrita.

Sin embargo, para la Lingüística el concepto de
texto es mucho más amplio. Abarca toda producción que tenga sentido y finalidad comunicativa, que puede ser tanto verbal como no verbal (una obra pictórica puede ser considerada como texto). A la vez, se deben cumplir ciertos rasgos para que un texto sea estudiado como tal, como se verá.

Uno de los aspectos centrales para reconocer un texto es la
unidad comunicativa; así, un conjunto de palabras o la sucesión de imágenes no conforma un texto. Puede haber yuxtaposición de fragmentos, pero si el destinatario no puede –en un contexto ideal- reconocer esa suma de elementos como un mensaje, o su enunciador no ha previsto una finalidad o sentido, no podemos hablar de texto.

Pensemos en una historieta: ¿qué pasaría si a lo largo de una tira cómica cada cuadro muestra un dibujo con personajes nuevos, se ve un diseño de tipografía diferente, o va cambiando de tema? Seguramente se trataría de un error de impresión: allí no hay comunicación. Lo mismo sucede si en un escrito –pongamos por ejemplo una respuesta de examen- cada frase está mal encadenada con la anterior, salta de tema, no retoma el concepto eje… entonces diríamos que es incoherente, que le falta unidad.

Precisamente, la

coherencia es el rasgo que mejor define al texto, y está directamente vinculado al concepto de unidad comunicativa. Ser coherente significa avanzar en la comunicación según un eje, que asegura que cada elemento está al servicio del tema global.

La coherencia verbal se debe cumplir tanto en textos escritos como orales. Todos tenemos la experiencia de haber escuchado alguna vez una exposición imposible de seguir y de comprender, esa en la que el hablante avanza sin un hilo conductor generando un verdadero problema textual, la incoherencia.

Aparte de esa situación, que se hace confusa e incomprensible, sabemos que existen otras ocasiones en las que algunos no entienden nada mientras que otros participantes se muestran cómodos siguiendo la comunicación. ¿Por qué sucede esto? Porque el

contexto ejerce un papel fundamental a la hora de completar el sentido del mensaje. El contexto es el entorno cultural en que se produce un texto, el marco espacial y temporal que aporta significados tanto a la hora de producir como de comprender un mensaje. El contexto estará teñido de unas maneras de ver el mundo en un momento determinado, para una comunidad que comparte una cultura (un modo de entender la sociedad, la economía, la religión, la ideología política, etc).

Así, una viñeta humorística de un periódico será claramente cómica o irónica para un lector que entiende las alusiones, mientras que un foráneo puede quedarse sin captar ninguna gracia en ella. Veamos dos ejemplos. El
Lengua – Marcela Farré | 3

primero, del caricaturista cordobés Claudio Furnier (
La Voz del Interior, 5/10/2011).

Lo primero que un lector se preguntará (imaginemos un extranjero o un niño) es
qué es el Indec. Pero una vez conocido el dato, no será suficiente para entender la referencia crítica. Sólo participando del contexto podremos alcanzar el sentido completo del texto. Así, se trata de un mensaje que está inmerso en un espacio -la Argentina- caracterizado por la constante inflación. Por su parte, el tiempo nos ubica en el gobierno de la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el cual el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censo) está cuestionado por publicar índices inflacionarios que difieren de la experiencia real de los consumidores argentinos. Además de esto, el contexto aporta otros datos, como es la confrontación entre la vida real del ciudadano y las publicaciones textuales del gobierno en los medios. Ambas posiciones parecen encarnadas en los personajes, el ejecutivo (que repite el dato sin cuestionarlo) y el joven del bar, el comerciante, que lo rechaza.

El mensaje es una crítica a la falta de verdad, y en él su autor se compromete con los lectores al reconocer y denunciar su padecimiento real. Por eso, para entenderlo humorísticamente, debemos participar de otros rasgos contextuales más: información de actualidad y experiencia actual también; las ideologías políticas en juego; la función del escritor humorístico dentro de un medio gráfico; etc.

Veamos otro ejemplo, este de referencia transnacional (de Damián Pérez Santos, diario

Los Andes, 22/9/2011).

En la viñeta el humor se enmarca en un contexto de conflictos en Libia. El
espacio geográfico es el país árabe, pero incluye en ese espacio simbólico Lengua – Marcela Farré | 4

del texto a los países occidentales capitalistas. El
tiempo de las acciones remite a la crisis del gobierno libio, que padece conflictos internos cuyo origen está en los intereses de países poderosos que aprovechan su máximo bien, el petróleo. Sólo conociendo esta información podemos entender el humor irónico de la historieta. En ella, todos los elementos (códigos lingüísticos e icónicos) activan esos saberes contextuales para poder inferir el mensaje. Frente al personaje libio, pequeño y solo, el camión se muestra poderoso y temible, con unos rasgos de fiera. La patente que lo identifica es la de la comunidad europea junto a la de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Se ve la contradicción lingüística entre el trato explícito al "amigo" y el cambio brusco de tema que lleva al verdadero interés, su bien propio, el combustible. El personaje árabe muestra temor.

El texto de este periodista gráfico es, por tanto, crítico con la posición histórica de las grandes potencias occidentales y añade una información a los lectores: que la mediación "amistosa" de ellos en los recientes conflictos internos de Libia responde a intereses egoístas.

Algo más: esas referencias espaciales y temporales que se activan en los lectores son posibles gracias a ciertos

mecanismos internos del texto, que mueven a buscar información en otro lugar, externo, contextual. Por ejemplo, las alusiones intertextuales (cuando un texto "cita" o alude a otro está trayendo a la mente todo su significado). En este caso, los colmillos "citan" a un animal salvaje; o el cartel a la conocida "Cuba libre", dominada por Estados Unidos.

De este modo, se ve cómo la comprensión de los textos no está de ninguna manera garantizada por conocer el código (entender el idioma o los dibujos). El contexto es ineludible para completar el sentido de lo que se quiere comunicar. Por eso, cuantas más competencias o saberes culturales dominemos, estaremos mejor preparados para comprender textos complejos.

Estar mejor informados, conocer aspectos esenciales de las ciencias y del arte, tener mayor interés por las doctrinas de pensamiento de la historia y por personajes emblemáticos de nuestra cultura nacional y universal… todo esto facilita enormemente el objetivo de aprender y avanzar. Y esto ocurre en todos los campos.

Tus clases universitarias te colocan en un nuevo contexto. Es un ámbito de mayor formalidad, con un uso lingüístico de registro formal, no familiar, y además incorpora la jerga específica de tu área del saber. Estarás en relación con más personas y tus comunicaciones, por tanto, implicarán significados nuevos. Poner atención a todos estos mecanismos textuales te ayudará a meterte con éxito en todos ellos.


1.2- Textos escritos y orales. Rasgos diferenciales Lengua – Marcela Farré | 5

Todo lo que hemos dicho como rasgos del texto se aplica tanto a las producciones escritas como orales. En ambas se emplea el código verbal con el objeto de establecer una comunicación, y en las dos este código apela a otros para completar su significado. Veamos, entonces, las diferencias de uso y de estrategias para poder comprender mejor cada mensaje que nos llega y para ser más eficaces nosotros también en nuestros intercambios. DISCURSO ORAL

DISCURSO ESCRITO

Es espontáneo

Es reflexivo

Es simultáneo al pensamiento

El pensamiento lo precede

Es imprevisible en su orden

Permite un orden estratégico

El proceso puede inducir al hablante a cometer errores

Las ideas pueden precisarse antes de ser dichas

Posibilita corregir el mensaje durante el proceso de habla

No permite variaciones o precisiones una vez comunicado al lector

El mensaje se completa por diversos canales de comunicación

El mensaje se fija en la palabra y otros aspectos gráficos

El oyente participa de la construcción simultánea del mensaje

El lector reconstruye a partir de lo que ya ha sido fijado

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